Al lado, justo al lado de la nueva agencia, hay un restaurante chino.
Desde mi ventana se puede ver la ventana del restaurante y viceversa, y observamos como las personas, las parejas, las familias, van pasando por delante de nuestra atenta mirada en los escasos momentos de relax visual.
Los vemos comer. Los vemos cenar. Vemos cómo abre el restaurante por la mañana y como se cierrra por la noche.
Eso es todo lo que tengo en común con el mundo exterior últimamente: el restaurante chino de la ventana de la agencia.
7 comentarios:
Deberías verlos abrir. O cerrar. ¡Pero no ambas cosas! Espero que por lo menos tengas libre el viernes tarde, sábado y domingo. Y que los horarios labolaborales se reduzcan pronto.
Pos anda ke vaya cambio. Aunke todo se puede mirar positivamente; mientras ke no te suba el pestazo a fritanga china....
pues yo te vi cenando en el wagaboo esta semana...;)
El año que viene seré como tu.
Postea eh, que acojonas ;-P
hay tantos restaurantes chinos que observar...
Yo sigo viniendo... y me da una penica ver esto así...
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