21.10.08

Mi novela autobiográfica



La vida empieza siendo como un cuento para niños, con muchos "dibus" y una historia fácil de seguir que empieza y acaba antes de que te quedes dormido y luego te arropen.

Después sin embargo, cada vez más, todo lo que te pasa se empieza a parecer a los coleccionables por fascículos. Nunca sabes cuando vas a acabarlo, si realmente lo harás o en qué terminarán cada uno de los temas que vas teniendo abiertos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, yo soy mucho de comprar los primeros fasciculos y dejarlo incompleto... muy mal yo.

Anónimo dijo...

mi vida está llena de historias no acabadas que pesan como losas, que piden a gritos ser terminadas pero por un motivo que no consigo averiguar no lo consigo

Anónimo dijo...

Más ke fascículos, algunas vidas parecen enciclopedias con tomos infinitos.
Eso sí; apuesto a ke los fascículos de su vida son muy muy cortitos...;-p

jko dijo...

muy mal tu, sky! aunque en el fondo lo hacemos todos :-(

a ver esas losas, miguel... no vendría mal acabar con algunas, no?... aunque bien mirado, tampoco todo tiene que tener un fin en nuestras vidas, hay cosas que ni empiezan ni terminan: simplemente discurren a nuestro lado durante toda nuestra vida, o partes de ella...

mm, tengo microfascículos para todo! ;-P
o para algunas cosas por lo menos...

Nader dijo...

Quizá porque carezco de visión a largo plazo soy incapaz de terminar un coleccionable. Disfruto de la entrega en curso, pero siempre encuentro otra colección que me atrae más, con la que creo que voy a aprender más o que trae más artículos de regalo.

Gran, gran post, como siempre!

Oye, veámonos!